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Matemáticas de pizarra

sábado, 5 de noviembre de 2022

Quousque tandem abutere... (quejas de un docente orgulloso de serlo)

Quousque tandem abutere Catilina patientia nostra ?

    Soy de ciencias, pero estudié al abrigo de un gran sistema educativo y creo recordar que esa era una expresión que el incisivo Cicerón le dedicaba a todo un personaje prenda de la época llamado Catilina y que se podría traducir como "¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia, Catilina?"

    Son estos tiempos convulsos para la docencia. La Administración no deja de atosigarnos a los profesores para pedirnos la cuadratura del círculo, ahora lo explicaré, y con todos los magníficos compañeros con los que cambio impresiones la opinión es unánime... Estamos sencillamente hartos, no importamos lo más mínimo y nadie nos escucha.

    Pensé escribir estas palabras algún tipo de periódico digital, pero recordé que yo tenía una plataforma donde colgarlas, una plataforma humilde pero a fin de cuentas mía (bueno... y de Google... claro) donde poder escribir mis reflexiones, las de tantos profesores que ya estábamos hartos del planteamiento estatal en Educación y la LOMLOE y las exigencias de la Administración nos ha terminado de matar. Pido disculpas a los lectores usuales de mi blog, ya que esta entrada no va ir de fotografía, astronomía o matemáticas, sino de un docente orgulloso de serlo pero hastiado que va a desahogarse. Todas las opiniones vertidas aquí son mías y asumo mi responsabilidad por las mismas.

    Comencemos con que el círculo es imposible de cuadrar. Es imposible aprobar a todos los alumnos (perdónenme también por no seguir la estupidez del lenguaje inclusivo, amo mi lengua y me niego a destrozarla diciendo continuamente alumnos/alumnas)... ¿qué decía? que es imposible aprobar a todos los alumnos para maquillar las cifras de aprobados y que España deje de tener malos resultados de promoción y titulación, y que a la vez que los alumnos aprendan, ya que si damos el aprobado general y si nos cargamos el esfuerzo, también nos cargamos el aprendizaje. 

    Hablo de mis magníficos grupos de segundo de bachillerato de ciencias del curso pasado. Sus notas fueron buenas y hubieran sido mejores si yo les hubiera pasado más la mano, pero si todos los docentes hubiéramos hecho lo mismo estos alumnos no serán los excelentes médicos, ingenieros, arquitectos, profesores... o profesionales que están llamados a ser.

    Ojo. No estoy en contra de pasar la mano a aquellos alumnos que lo han intentado y no han llegado, yo de hecho me considero un profesor "blando" y no me importa como suena. Aborrezco cuando un alumno lo ha intentado, con aprobar una asignatura pasaría de curso y algún compañero (profesor) le hace repetir curso sin analizar sus circunstancias personales o igual el criterio que tuvo ese mismo compañero con otros alumnos en la misma situación en cursos pasados. Aborrezco el que un alumno tenga que repetir por compañeros intransigentes y más intransigentes aún que también los hay, pero cuidado, también entiendo que estas promociones o titulaciones deben ser la excepción y no la norma; más aborrezco aún la falta del esfuerzo del alumnado y que puedan pasar por la cara curso tras curso sin dar un palo al agua, que se limiten las repeticiones para este tipo de alumnado y que acaben titulando con el único mérito de haber ido pasando por la cara curso tras curso y molestando a aquellos que sí querían trabajar. Una reflexión que hacemos los docentes y que por desgracia no se escucha... ¿Qué prima más, el derecho de los 25 en una clase a los que les cuesta pero quieren y no molestan, o el derecho de los 5 que no dejan de dar por saco a estos 25 y que han de titular como los anteriores por la tendenciosidad del Sistema Educativo? 

    La medida de hacer un Sistema Educativo en el que se bajan los niveles acaba con el esfuerzo, y cuando por ejemplo un cirujano ha de operar ha de estar preparado para dar el máximo y saber afrontar las nuevas dificultades no previstas, y no decirse a mitad de la operación que "no importa como yo corte y pegue por aquí, que seguro que el paciente se acaba curando solo". No, la vida no funciona así, e igualar a la baja, tener un mal sistema educativo lo que hace en definitiva es perjudicar al alumno con menores recursos, que ve que la mejor oportunidad de promoción social no vale para nada ya que su esfuerzo no se ha medido, y todos, los que se han esforzado y los que no, tienen el mismo premio.

    El otro día escuché en la radio que uno de los motivos de los malos resultados del alumnado de secundaria y bachillerato es que a los profesores nos falta preparación. Con perdón, y pongo todo el énfasis del fallecido (DEP) Fernando Fernán Gómez... ¡y una mierda! Me considero un profesor magnífico, mis alumnos me consta que me aprecian y respetan (y puedo demostrarlo), y si estoy unas 25 horas a la semana en mi instituto, dedico al menos otras tantas en casa, en mi tiempo libre, preparando materiales para mis alumnos (cuestionarios de moodle, baterías de ejercicios, actualizando este humilde blog con apuntes teóricos y extensas baterías de ejercicios para que ellos no tengan que comprar caros libros...). Yo creo que no necesito ninguna formación y doy el alma por mis alumnos (mi mujer no deja de reprocharme tanta dedicación), y como yo, otros tantos docentes. Les muestro una captura de la plataforma Moodle que tengo con mi alumnado de segundo de bachillerato que registra los días que me conecto para trabajar y ofrecerles materiales, cuestionarios...


    Muestro sólo los dos primeros meses de trabajo de este curso. Cada barrita mide un click, o darle a INTRO y hacer una cosa nueva en la plataforma. Hay días en los que he hecho más de 800 clicks en la plataforma, lo que equivale a horas y horas de trabajo por la tarde, trabajo en definitiva por mis alumnos y porque esto, el trabajar por ellos, sí me gusta, ellos se dan cuenta de este esfuerzo, lo valoran y se implican en su aprendizaje porque vamos en la misma dirección... trabajar pensando siempre en lo mejor para ellos. Que me puedan acusar de falta de formación o de interés es sencillamente un insulto.  

    La mayoría de los docentes no necesitamos más formación ni más motivación. Estamos encantados con nuestro trabajo al que elegimos con vocación hace años y seguimos al pie del cañón a pesar de tantos sinsabores por parte de la Administración, los familiares o los propios alumnos. Lo que no necesitamos son leyes educativas basura que lo que hacen es cargarnos a los docentes de papeleo tan incomprensible como inútil cuya única misión es bajar los niveles y que los cursos sean un coladero mayor. No necesitamos unos políticos, da igual el color de su bandera, para los cuales la Educación es otra esquina en la que echar la meadita para dejar su huella y que son incapaces de llegar a un acuerdo y un sistema educativo que se mantenga 10 o 20 años y entonces evaluar sus resultados. A los profesores nos frustra tanto cambio de leyes, tanta demostración de que los alumnos, los docentes y el futuro de nuestra sociedad le importamos un pimiento a la clase dirigente.

    Les doy una muestra. Con la nueva ley no es importante que un alumno en matemáticas sepa sumar, dividir, resolver ecuaciones polinómicas... lo que vamos a medir a la hora de evaluarlos son criterios de aprendizaje como los siguientes (muestro dos de ellos).

2.2. Comprobar, mediante la lectura comprensiva y verificando su idoneidad, la validez de las soluciones obtenidas en un problema, comprobando su coherencia en el contexto planteado y evaluando el alcance y repercusión de estas soluciones desde diferentes perspectivas de igualdad de género, sostenibilidad, consumo responsable, equidad o no discriminación.

9.1. Gestionar las emociones propias y desarrollar el autoconcepto matemático como herramienta, generando expectativas positivas ante nuevos retos matemáticos, pensando de forma crítica y creativa, adaptándose ante la incertidumbre y reconociendo fuentes de estrés.

    ¿Fuentes de estrés? Serán las de los docentes este curso 2022/23. Cuesta trabajo no evaluar positivamente criterios como estos, esa seguramente sea la idea del invento; si todos los criterios se valoran positivamente los alumnos aprueban, pasan curso y la estadística de repetidores baja... oye ¿y eso de que se les evalúe de si saben sumar, restar o resolver ecuaciones polinómicas? No, tú sólo mira y evalúa estos criterios... si puedes.

    Siendo sinceros, hay algunos criterios más directos que pueden servir para medir avances en algunas estrategias o conceptos matemáticos, pero también muchos de ellos son, en mi opinión, sencillamente vagos, abstractos e inútiles, y por medio habrá oscuros pedagogos que han de justificar su sueldo con algo, llámese esta ley, que mientras dure este curso y el que viene va a tener a los docentes monopolizados y frustrados con vocablos como saberes mínimos, situaciones de aprendizaje, descriptores, perfiles de salida... DEP la libertad de cátedra.

    Además, llevamos unos cuantos años en los que los docentes, en teoría, ya no podemos ir a la pizarra, de tiza o digital, a enseñar, sino que deberíamos ir mesa por mesa, anotando items logrados o no logrados por el alumnado. De acuerdo que los exámenes no pueden serlo todo y que debe haber otros instrumentos de evaluación, pero la clase debe ser, entiendo, o el profesor explicando, o el profesor pasándose por las mesas aclarando dudas mientras sus alumnos trabajan, en ningún caso el profesor como una hoja de cálculo anotando progresos tan abstractos como absurdos.

    Una sencilla y demoledora pregunta ¿Dónde fueron los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que eran la base de las programaciones hace tan sólo unos 5 años? Ya no están. Desaparecieron. Sencillamente lo que era fundamental entonces ha desaparecido hoy, ya no se lleva, y si uno sigue hablando con esos vocablos demuestra desconocimiento y ser un mal profesional. Pues es de necios pensar que toda nueva esta jerga absurda no va a seguir el mismo camino dentro de otros pocos años, y yo no sé usted, a mí no me importa trabajar, y si es necesario, trabajar duro, pero trabajar duro sabiendo que mi trabajo no va a servir para nada, llevamos años así, no sólo no me gusta ni me resta tiempo para hacer otras actividades más productivas, sino que me agota y me frustra.

    No, los docentes no necesitamos más formación, lo que necesitamos es más respeto por nuestro trabajo, que no se nos cargue con cargas administrativas absurdas, que no tengamos que cambiar las programaciones este año para seguramente dentro de dos volverlas a cambiar con otro Sistema Educativo, y dentro de otros 4 otro más... Necesitamos que se nos respete, y nuestros políticos dirigentes, aquellos muchos de los cuales tienen el único mérito de haberse afiliado a unas siglas hace tiempo, muchos de los cuales con suerte tienen acabado el bachillerato, no lo hacen.

    La LOMLOE, esta ley con nombre de tribu africana (repita conmigo: ¡Lomloe, lomloe!) es otra ley que nace sin consenso, y por ello está destinada al fracaso como lo estará la siguiente, y la otra y la otra... por culpa de una clase dirigente Negligente e Incapaz (en mayúsculas), insensible ante el mayor problema de nuestro futuro, incluso por encima de la sequía, el IPC desbordado o la guerra de Ucrania... como es el futuro de nuestra Sociedad ¿quién queremos que nos dirija ¿los mejores o los peores? ¿qué tipo de arquitecto queremos que nos haga la casa? ¿qué tipo de ingeniero el que nos construya la carretera? ¿qué tipo de cirujano el que nos opere? ¿qué docente el que dé clase a nuestros hijos? ¿El que supo arrostrar las dificultades o el que se lo encontró todo hecho? Nuestro futuro como sociedad está  empeñado por una clase dirigente que son dignos merecedores del Sistema Educativo que nos traen legislatura tras legislatura sin consenso. ¡Ah, no! ¡Sus hijos seguramente están en la privada, en los colegios más exclusivos! Pues los míos están en la pública, al igual que yo, y con orgullo.

    Me gustaría mirar el futuro con alegría, pero por desgracia como decía Jorge Manrique hace ya varios siglos (doy gracias a ser alumno EGB y COU), cualquier tiempo pasado fue mejor, y el desastre de hoy irá todavía a peor. Afortunadamente en la Transición fueron otros los políticos y no estos ¡estaríamos apañados con su falta de voluntad o capacidad a la hora de llegar a acuerdos y su estrechez de miras!

    A la administración les propongo una cosa. Déjenme que siga en mi casa dedicando mi tiempo libre, repito, mi tiempo libre, a preparar materiales y apuntes, echando horas y horas por mis alumnos, porque amo mi profesión y mi alumnado, en vez de malgastar ese tiempo libre obligado a rellenar estúpidos papeles. Déjenme demostrar que lo importante no son los papeles, las rúbricas o los saberes mínimos, sino el esfuerzo personal y el respeto a la comunidad educativa, y déjenme que dé las clases como quiera, que intente hacerles ver la importancia del sacrificio y el tesón. Yo intentaré que se esfuercen día a día, pero no se preocupen, a cambio de hacer mi trabajo como yo quiera les pondré a todos al final por lo menos un 5, si es que ese era el problema... Cuando nos evalúe un PISA o similar tendremos la paradoja de tener el mejor porcentaje de aprobados en un curso y menos abandono escolar y misteriosamente los peores resultados de todos los países con los que habitualmente nos comparamos... ya lo verá. Pero mientras esa predicción se cumple sí o sí,... déjenme hacer mi trabajo, el más bonito del mundo a mi manera, que lo importante sean los alumnos y sus conocimientos, los alumnos y su futuro, y no estúpidos registros. Por favor, no me desmotiven más. No nos desmotiven más.

Quousque tandem abutere clase política dirigente patientia nostra ?


Gonzalo Pedrera Quintana




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